El Ixtli  (rostro) connota la fisonomía moral del ser humano, es la manifestación de un yo que se ha adquirido por la educación, y que caracteriza la naturaleza más íntima del yo original de cada persona. Yolotl (corazón), es “la movilidad de cada quién”, es el principio dinámico de la acción del hombre, que busca y desea.
“Por esto das tu corazón a cada cosa y a veces se pierde: Sin rumbo lo llevas, vas destruyendo tu corazón”. ¿Sobre la tierra, acaso, puedes ir en pos de algo? El corazón se encuentra cuando se da con “lo único verdadero en la tierra”: La poesía.
“Ladrón de cantares, corazón mío… toma bien lo negro y rojo (el saber). Y así tal vez dejes de ser indigente” (Cantares Mexicanos, fol. 2 v y 68 r).
“Libro de pinturas es tu corazón. Has venido a cantar… En el interior de la casa de la primavera das deleite a la gente” (Romances de los Señores de la Nueva España, fol. 19 r).
Respecto al ideal educativo de “rostros sabios y corazón firme”, aunque hubo diferencias entre los que participaban de la visión místico-guerrera del mundo y los que pretendían un renacimiento de los antiguos ideales toltecas simbolizados por Quetzalcóatl, jamás se perdieron las hondas raíces toltecas,que comprendían ese encuentro ideológico de las culturas nativas, del que surge la toltecayotl, o “el arte de vivir”